Es viernes, vamos de fiesta

Hoy, es viernes, el día de la semana que más disfruta la gente. Hoy quierdos lectores, quiero que os divirtáis. Salid a bailar, haced fiestas, id a una discoteca. ¡El viernes lo tenéis que disfrutar! De vez en cuando hay que salir, mover el cuerpo, divertirse... La vida sin diversión, ¡no es vida! Ponedle a vuestra rutina un poco de emoción saliendo por ahí. Disfrutrad la vida, que solo tenemos una. Pero eso si, no desperdicieis vuestro tiempo. Como se suele decir el tiempo es oro. Es importante saber centrarse. Pero tampoco os paséis de estirados.

Disfrutad del viernes,

Paloma.

La infancia

Todos hemos sido pequeños alguna vez. Inocentes y adorables. Con ganas de crecer para poder hacer cosas que entonces no podíamos. Algunos no querían crecer, querían ser niños pequeños para siempre. Pero queramos o no, se crece igualmente. Tenemos que madurar. Por mucho que queramos ser jóvenes para siempre, no se puede. No hay una fuente de la juventud de la que podamos beber cada vez que nos vemos viejos. La infancia es una etapa de la vida muy importante. Pero eso no significa que la madurez sea algo malo. Imaginaos a un hombre de 88 años, que se sigue comportando como una niño de 8. Raro, ¿verdad? Eso es porque estamos acostumbrados a que la gente se comporte acorde con la edad que tiene. Y eso es así porque la gente madura. La infancia es muy bonita, pero en las demas etapas se aprenden y hacen cosas, que en la infancia no se pueden experimentar.

Paloma

Dos Caras

Todo el mundo tiene dos caras:

Una cara dulce y amable, todos piensa que eres un angelito, un santo, que nunca haces nada malo. Siempre vas por el lado seguro de las cosas. Normalmente llevamos esta cara puesta, pero cuando nos cansamos de que nos digan siempre que somos muy buenos, algo en nuestro interior se desata y sale a la luz. Me refiero a nuestra otra cara. La salvaje y rebelde. Todo el día haciendo locuras, travesuras, maldades. De vez en cuando, no viene mal sacar lo peor de nosotros. Hay que dejar salir al lado salvaje, porque a todos nos gusta hacer locuras despiadadas. Puede que a veces, sin darnos cuenta, perdemos el control del lado salvaje. No os preocupéis si os pasa eso, porque a todos nos ha pasado. Solo tenéis que tener un poco de autocontrol.

Ya sabéis lectores, de vez en cuando, sacad el lado salvaje, o guardadlo.

Paloma.